El pasado 20 de marzo, se llevó a cabo en la Sinagoga de la Comunidad Judía Bet El un encuentro interreligioso por la paz. En este marco, el emmo. Cardenal Carlos Aguiar de la Iglesia Católica; el Excmo. Obispo Antonio Alejo de la Iglesia Ortodoxa de América; el Lic. Nereo Ordaz, director general de la Soka Gakkai, en representación del budismo; la exma. obispa Sally Sue Hernández de la Iglesia Anglicana de México; el rabino emérito Marcelo Rittner de la Comunidad Bet El; el pastor Miguel Ortiz Saavedra de la Iglesia Evangélica del Pacto y el padre Alfonso Serna de la Eparquia Grecomelquita, cada uno desde su tradición y sus creencias compartió una reflexión y elevó una oración por la paz, coincidiendo todos en resaltar la importancia de la unidad, el respeto y la tolerancia, entre otros valores universales. También participaron el presidente del Comité Central de la Comunidad Judía de México, Elías Achar; el presidente, el rabino, el cantor y el cantor emérito de la Comunidad Bet El, David Wulfovich, Leonel Levy, Ari Litvak y Leibele Jinich, respectivamente; el padre Edgar Alan Valtierra como maestro de ceremonias, el maestro Abel Ayala, representantes de universidades; presidentes de las Comunidades Judías de México y público en general. Y como invitada, la embajadora de Israel en México, Einat Kranz Neiger. En nombre de la Comunidad Judía de México, Elías Achar, dio la bienvenida y agradeció la participación y colaboración de los líderes de las diversas religiones en el evento, mismo que definió como un “verdadero testimonio de unidad”. Recordó que para el pueblo judío el valor sagrado de la paz, Shalom, en hebreo, es fundamental por lo cual, señaló valorar enormemente la oportunidad de reunirse con personas de diversas tradiciones religiosas y culturales y poder, a través del diálogo interreligioso alcanzar una mayor comprensión mutua y trabajar hacia un mundo mejor. Reiteró la amistad y solidaridad de la comunidad judía e hizo votos para que este encuentro fuera el inicio de una colaboración duradera y fructífera, en la cual se pueda aprender de los otros, celebrar las similitudes y abrazar las diferencias y que la paz sea el legado común y la guía en el camino para que juntos se pueda construir un “mundo más justo, pacífico y compasivo para las generaciones venideras”. El cardenal Carlos Aguiar manifestó que este evento le llena el corazón de “satisfacción y esperanza” pues confía en que ante lo que se vive en el mundo y el país todos están preocupados, pero también unidos en oración para mover el corazón y estar cerca de D’ y poder reparar juntos. Recordó las palabras del papa Francisco que ha insistido en hacer este tipo de experiencias “sinodales” de “caminar juntos” ya que cuando se está unidos en oración, se logra más y D’ al estar pendiente de dicha unidad siempre ayuda e interviene en nuestras acciones y fortalece las debilidades. Invitó a todos a afrontar la realidad con valor y esperanza y junto con su secretario cantó el Salmo 122, para desear que la paz y todo lo bueno esté con todos. Por su parte, el obispo Antonio Alejo, reflexionó sobre la unidad. Destacó que la búsqueda de la paz y la tranquilidad es el sentir religioso de los corazones. El sentir a D’ aunque no lo veamos y el buscar la paz en nuestros hogares, en nuestro país y n el mundo debe ser la constante. Por lo anterior, agradeció la oportunidad de tener un lugar de unión e hizo un llamado a los presentes a ser mensajeros de paz y principalmente hombres y mujeres humildes conscientes de las necesidades ajenas y que, desde la libertad de cada uno, hacer oración por los que no son libres y no la pueden hacer. En representación del budismo, el licenciado Nereo Ordaz, compartió la ley fundamental del universo, mediante la cual con oración se revive la esperanza y el humanismo extraviado. Al tomar conciencia de los actos y sus consecuencias para penetrar en el corazón de todos respetando todas las formas y todas las diferencias, y pidiendo así por la “paz del mundo y el Pueblo de Israel. En tanto, la obispa Sally Sue Hernández, primera obispa mujer en nuestro país, compartió una reciente conversación pastoral con el arzobispo primado de la Iglesia Anglicana en Tierra Santa quien al hablar sobre sobre lo que se vive en aquella región compartió que parte del acompañamiento que debe hacer con las personas que viven en zonas de conflicto en cualquier lugar del mundo, no deben verse grupos o partidos o diferencias, debe tratarse a todas aquellas personas con dignidad, hacerse presente en el otro, acompañar desde el consuelo y hacerse presentes en palabras y hechos y hacer la paz, que es bienestar y cambiar y compartir nuestra forma de vivir y elevó una oración por todas las naciones y todas las personas que se encuentran en situaciones difíciles. Posteriormente los asistentes escucharon al maestro Abel Ayala entonar un canto gregoriano. El rabino emérito Marcelo Rittner, compartió con profundo sentir el texto Come Healing (Venga la sanación) de Leonard Cohen para que sirva como inspiración para afrontar el drama que nos ha tocado vivir y como inspiración en un tiempo en el que tanto necesitamos la fe y la esperanza. En este tiempo de desesperanza y con la urgencia de unión y oración, pidió a D’ no abandonarnos y demandó “el regreso de los secuestrados, que los asesinados encuentren su descanso que las mujeres puedan ser abrazadas y los niños puedan volver a jugar con sus padres”, que termine la pesadilla y venga la paz de espíritu Agradeció a los líderes espirituales presentes y compartió una plegaria personal: Shma Koleinu, D’os Escucha nuestras voces y definió la suya como quebrada y triste. Elevó su rezo por la paz permanente con el pueblo palestino, “que puedan librarse de sus verdaderos opresores, que no es el pueblo de Israel”. Declaró firmemente: “Nunca más es ahora” y pidió a D’ nos acerque a la