1. Un ciudadano árabe compra todos el “jametz” de Israel

Durante Pésaj, los judíos no pueden comer “jametz” -alimentos fermentados-, en sus hogares. En Israel, por supuesto, esto es así también. El Estado hace exactamente lo mismo que muchos de sus ciudadanos judíos y vende todos sus productos fermentados a un conocido no judío. No sólo se trata de la harina sino de fábricas enteras, panaderías, cocinas y almacenes.

Durante los últimos 20 años, el afortunado comprador es Hussein Jaber, un árabe israelí que compra todo al Ministerio de Finanzas y a los principales rabinos por una suma enorme de dinero sólo para anular el acuerdo una semana después cuando se acaba la Pascua judía.

2. Pésaj es el mejor momento para hacer senderismo