La exposición de ilustración “Voces de dolor. Arte israelí en tiempos de angustia” llega a la Casa Nuestra, antigua sede del Senado de la República, como respuesta artística a la masacre perpetrada por Hamas al sur de Israel. Un total de 20 imágenes, creadas por destacados artistas israelíes, ofrecen una respuesta creativa y espontánea al dolor y horror vividos tras el ataque terrorista del 7 de octubre.
“Algo terrible está a punto de suceder”, sugiere la línea en la parte inferior de una colorida ilustración, casi tan inocente como un dibujo infantil, y sólo el texto insinúa lo peor.
Esta exhibición presenta al público piezas de ilustradores israelíes, originadas desde el shock y los sentimientos de terror e indignación en Israel luego de la incursión violenta de millas de terroristas de Hamas hace tres meses, cuando atacaron a familias en sus hogares y perpetraron asesinatos, torturas. , violaciones, incendios y destrucción en comunidades enteras.
El resultado de este terrible acto es de más de 1.200 israelíes masacrados y 240 secuestrados, incluyendo bebés, ancianos, mujeres y hombres, llevados a la fuerza a la Franja de Gaza. Así como más de 250.000 personas que abandonaron sus hogares al interior de Israel debido a que sus kibutzim fueron destruidos o por los bombardeos tanto en el sur como en el norte del país.
Durante la inauguración de “Voces de dolor. Arte israelí en tiempos de angustia”, la Embajadora de Israel, Einat Kranz Neiger, resaltó que la ilustración tiene un enorme poder para transmitir mensajes. “En la realidad actual, estamos inundados de mensajes y se necesitan muchas palabras para transmitir el horror, la complejidad y el miedo. Una ilustración puede comunicar un mensaje complejo, e incluso una emoción, sin argumentos y sin semántica”.
Al coincidir la inauguración con el inicio de Janucá, el diplomático israelí apuntó que “la tradición judía habla del ‘milagro de Janucá’, en el que pudo encenderse el candelabro del templo durante ocho días consecutivos con una exigua cantidad de aceite, que alcanzaba sólo para uno. Esto dio origen a la principal costumbre de la festividad, que es la de encender, de forma progresiva, un candelabro de nueve brazos llamado januquiá”.
“En Israel esperamos que el milagro de Janucá se repita y regresen con vida todos los secuestrados y que pronto se alcance una verdadera paz”, señaló la Embajadora Einat Kranz Neiger.
Las piezas que conforman la exposición fueron creadas por artistas destacados en Israel, algunos con carreras internacionales. Entre los que resaltan, Karen Shpilsher, artista plástica que se inspira en los cómics japoneses y la cultura pop. En una serie de ilustraciones que representan situaciones de guerra, Shpilsher escribió: “Siento que el Holocausto está aquí y tengo que documentarlo, tengo que recordar, recordar, absorber y procesar”.
La artista Zoya Cherkassky, conocida por su arte figurativo que aborda la experiencia del inmigrante, creó una serie de obras que representan figuras huyendo aterrorizadas, incluyendo homenajes al Guernica de Picasso, quizás la obra de arte belico más conocida.
Ze’ev Engelmeier, creador generalmente lleno de humor y travesuras, combina su estilo con el dolor y el drama de la lucha. Destacando la pieza “Algo Terrible Va a Suceder”, que representa un kibutz pastoral. El texto y el contexto del 7 de octubre anticipan lo peor.
El ilustrador Or Yogev representa escenas llenas de horror, una madre con dos bebés rojos, haciendo referencia a la israelí Shiri Bibas y sus dos hijos pequeños, que fueron secuestrados por Hamas y cuyo destino aún se desconoce. “Siento que las ilustraciones ayudan a las personas a liberar sentimientos que no se expresarían de ninguna otra manera”, dice Yogev.
La exposición “Voces de dolor. Arte israelí en tiempos de angustia” estará en Casa Nuestra, antigua sede del Senado de la República, ubicada Xicoténcatl 9 en el Centro Histórico, desde el 8 hasta el 21 de diciembre, de martes a domingo en un horario de 10:00 a 18 :00horas.
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