Por Tribuna Israelita
El judaísmo posee un antiguo calendario, que rige la vida judía. Está basado en una serie de cálculos matemáticos y astronómicos y, a diferencia del Gregoriano, se calcula de acuerdo a dos ciclos: el lunar y el solar. Los meses inician en el día de luna nueva. Los días y las fechas de las ceremonias religiosas se determinan por las fases de la luna, mientras que las estaciones se basan en la revolución de la Tierra alrededor del Sol.
El calendario hebreo observa tres fenómenos astrológicos, independientes entre sí: la rotación de la Tierra sobre su propio eje (día), los giros orbitales de la Luna alrededor de la Tierra (mes) y la traslación de la Tierra alrededor del Sol (año). En promedio, la Luna tarda en dar la vuelta alrededor de la Tierra aproximadamente 29 días y medio. La Tierra, por su parte, da la vuelta al Sol en 365 ¼ días, esto es, 12 meses lunares y 11 días.
El sistema dual fue necesario porque el año lunar, de doce meses, es aproximadamente once días más corto que el solar. Si no se corrigiese este detalle, con el paso de los años las festividades, que constituyen el eje central de la historia judía, variarían de estación, hecho que alteraría su carácter. Es por ello, que el calendario judío puede ser de 12 o 13 meses de 29 o 30 días, según sea el caso. Así, los años varían entre 353, 354, 355, 383, 384 ó 385 días.
Las fechas de las fiestas se determinaron de acuerdo a las estaciones, ya que diversos aspectos de la naturaleza, como son los relativos al cultivo de la tierra, se entrelazan con la religión. La época en que se comenzaba la siembra y se recolectaba era considerada un festejo; además, en los tiempos bíblicos las primeras cosechas se entregaban como ofrendas a Dios.
Muchas de las fiestas religiosas judías coinciden, por tanto, con el inicio de las estaciones. La Pascua debe celebrarse con la primera siembra, esto es, al inicio de la primavera. Sucot, que es la fiesta de los Tabernáculos o Las Cabañas, debe ser en otoño. Es por ello, que para los judíos el calendario lunar por sí sólo sería inadecuado.
Con el objeto de eliminar la dificultad de que las ceremonias religiosas varíen de estación, periódicamente se inserta en el calendario un mes extra, con lo que se logra que las fechas coincidan. Como en 19 años el calendario solar se excedería del lunar por 209 días, esto es casi siete meses lunares, el calendario judío incorpora siete años bisiestos en ese período de tiempo.
Entre las consideraciones que se establecieron para formar este calendario destaca el hecho de que el Día del Juicio, Yom Kipur, no debe caer en viernes ni en domingo, de modo que no interfiera con el cuidado del sábado, que constituye el día más sagrado del judaísmo.
A diferencia de otros calendarios, el judío considera que los días comienzan y terminan al atardecer del día anterior y no de 12 A.M. a 12 P.M. Es por ello que el sábado se celebra desde el anochecer del viernes hasta el anochecer del sábado. “Y hubo tarde y hubo mañana: día uno” (Génesis 1:5) “. . . de tarde a tarde guardaréis vuestro descanso.” (Levítico XXIII:32). Por su parte, el año se refiere al número de años desde La Creación y se calcula de acuerdo a las edades de los personajes bíblicos.
Historia
No se puede establecer con exactitud el origen del calendario judío. Sin embargo, se sabe que este método existe desde hace 1600 años en su forma actual. Hasta 359 a.e.c. el Sanhedrín o Tribunal Judío era el organismo encargado de arreglar los asuntos del calendario a través de un consejo llamado Sod-ha-ibur que literalmente significa “secreto de la intercalación del calendario”.
En un principio para decidir si un año sería regular o bisiesto se basaban en las condiciones de la agricultura, esto es, en el número de años en los que se sembraba determinada semilla o en las fases de la luna. Para declarar que un nuevo mes había comenzado, se requería del testimonio de dos testigos confiables quienes deberían observar la salida de la luna. Gracias a la fácil observación de la luna y a sus ciclos recurrentes, este método funcionaba para calcular los meses desde los tiempos antiguos.
Una vez que se establecía que un nuevo mes se había iniciado, el Sanhedrín enviaba mensajeros para que comunicaran la noticia en las regiones alejadas. Cuando el gobierno de Constancio II (337-361) se iniciaron una serie de persecuciones contra los judíos, las personas indicadas para entregar el mensaje se vieron imposibilitadas para cumplir su cometido.
Fue por esto que el patriarca Hillel II, cabeza de la comunidad judía bajo el dominio romano, decidió publicar un calendario que se distribuyera entre el pueblo, en vez de transmitirlo verbalmente. De este modo se pretendía que la información siempre la tuvieran a tiempo. Aprovechando los avances de las ciencias astronómicas que facilitaban los cálculos, se creó el primer calendario escrito en el que se determinaron las fechas de las festividades. Debido a la dificultad a la que en su momento se enfrentaron para anunciar el festejo de la nueva luna, hasta nuestros días todas las festividades judías se celebran durante dos días en la diáspora, mientras que en Israel se celebran solamente uno.
Los meses
Originalmente, los meses del calendario judío se designaban por números. Sin embargo, poco después del exilio de Babilonia (586-536 a.e.c.), se les fueron dando nombres específicos que se volvieron comunes. Muchos de esos nombres aparecen en textos bíblicos y otros son de influencia babilónica y asiria.
El calendario judío consta de distintos inicios, de acuerdo a distintos propósitos. El primer mes es Nisán, de acuerdo al cómputo de los meses desde el Éxodo de Egipto. Pero, realizando el cómputo desde la creación del mundo, el primer mes es Tishrei.
Doce son los meses de un año normal:
Nombre Origen Corresponde Fuente Bíblica
Tishrei Babilónico-asirio Septiembre/octubre
Jeshvan Babilónico-asirio Octubre/noviembre
Kislev Babilónico-asirio Noviembre/diciembre Nejemías I-1 Zacarías VII-1
Tevet Babilónico-asirio Diciembre/enero Esther II-15
Shevat Babilónico-asirio Enero/febrero Zacarías I-7
Adar Babilónico-asirio Febrero/marzo Esther III-7
Nisán Babilónico-asirio Marzo/abril Nejemías III Esther III-7
Iyar Babilónico-asirio Abril/mayo
Siván Babilónico-asirio Mayo/junio Esther VIII-9
Tamuz Babilónico-asirio Junio/julio
Av Babilónico-asirio Julio/agosto
Elul Babilónico-asirio Agosto/septiembre Esther III-7 Esther XIII-8
En el año bisiesto, que ocurre siete veces cada diecinueve años, se añade un treceavo mes denominado Adar Bet (Segundo Adar).
TISHREI
Tishrei es un nombre babilónico que proviene de la expresión acarea “Tashritu”, que significa “comienzo”, por ser el mes en que fue creado el mundo.
Es el inicio del año e indica el comienzo de la creación divina. En este mes se festeja el Año Nuevo judío o Rosh Hashana, así como el Día del Perdón o del Juicio, que es Yom Kipur y la Fiesta de los Tabernáculos o Sucot, en la que se recuerda la recolección de los frutos.
A pesar de que es en Tishrei cuando comienza el año y que se considera como fecha del principio de la humanidad, Tishrei es el séptimo mes del año, ya que los judíos se rigen por el mandato bíblico que indica que la Pascua debe celebrarse en la primavera y que ese (Nisán) será el primer mes
JESHVAN
El nombre de Jeshvan tiene su origen en la lengua babilónica, y significa “la octava luna” (octavo mes).
El nombre completo de este mes es Mar-Jeshvan. La palabra “mar” significa “gota” y hace referencia a las primeras gotas de lluvia que caen en este mes.
KISLEV
En este mes se conmemora Janucá, fiesta en la que se festeja la rebelión de los judíos contra el rey Antíoco que intentaba destruir su religión y forzarlos a adoptar la fe griega. Un grupo de judíos comandado por Yehuda el Macabeo luchó durante dos años para recuperar el Templo, saliendo victorioso.
TEVET
De acuerdo con la tradición, el mes de Tevet es el primer mes del invierno en la Tierra de Israel.
SHEVAT
En este mes se celebra Tu Bishevat o fiesta de los árboles. El aspecto más importante de esta celebración consiste en alabar a la Tierra de Israel. De ello se desprende la costumbre de ingerir los frutos con los que Israel ha sido bendecido, ya que es en este día cuando se renueva el vigor de la tierra para brindar sus productos, ofrecer sus frutos y demostrar sus bienes.
ADAR
En año bisiesto se convierte en dos meses: Adar I y Adar II, con 30 y 29 días, respectivamente. En años regulares siempre tiene 29 días.
Su nombre proviene de la palabra asiria “Adaro”, que significa granero. Durante Adar se solían reparar los caminos, las calles y las fuentes de agua que se habían estropeado con las lluvias del invierno, a fin de dejarlos listos para la llegada de los peregrinos en la Pascua (Pésaj).
En este mes se celebra Purim, que es una fiesta de regocijo en la que se expresa alegría por el rescate de los judíos de Persia, del exterminio planeado por el primer ministro Amán.
IYAR
El significado de su nombre es luz, en referencia al resplandor de la primavera. En la actualidad, el mes de Iyar reviste un valor particular ya que en éste se celebra la independencia del Estado de Israel.
NISÁN
Su nombre proviene de la palabra acadia “nisañu”, que significa “retoño, primer brote”. Es el primer mes del calendario hebreo bíblico, que comienza su cuenta a partir de la liberación de los judíos de la esclavitud en Egipto, que es celebrada durante la festividad de la Pascua (Pésaj).
El nombre otorgado al mes de Nisán en la Biblia es simplemente “el mes primero” y, es nombrado por primera vez en el segundo libro Éxodo: “Este mes os será principio de los meses; para vosotros será éste el primero en los meses del año” (Éxodo 12:2).
SIVÁN
El nombre Siván es de origen asirio, y presuntamente significa “el tiempo del sol ardiente”.
Este mes guarda relación con la fiesta de Shavuot, en la cual se celebra la entrega de la Torá en el Monte Sinaí. En esta festividad, se acostumbraba otorgar como ofrenda las primicias de la siega del trigo en el Templo de Jerusalem.
TAMUZ
Su nombre tiene sus orígenes en los meses de la antigua Babilonia, provenientes del idioma acadio. Tamuz no es recordado en la Biblia como nombre de este mes, sino al nombrar a la deidad homónima, el dios de la primavera y el florecimiento, que según la mitología babilónica, reinaba durante los tres meses de primavera.
AV
En las escrituras no se menciona el nombre de Av, y en idioma asirio este mes se conoce como “A-Bu”. Algunos aseguran que se trata de la abreviatura del nombre “Abu Sarna”, que significa el mes de las cosechas.
Antiguamente, Av era considerado un mes positivo, en el que se daban los primeros frutos de verano. Sin embargo, con el paso del tiempo se produjeron en este mes numerosas desgracias y catástrofes para el pueblo judío –principalmente la destrucción de los dos Templos de Jerusalem- que lo convirtieron en un tiempo de duelo y pesares.
ELUL
Elul es apodado “el mes de la piedad y el perdón”, porque en él se hacen los preparativos para el Día del Juicio.
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